Por casualidad, paseando por el gran Paseo de Gracia barcelonés, nos topamos con este edificio que nos llamó poderosamente la atención.
Está a la altura del número 24 del Passeig de Gràcia, entrando por un callejón. Parece una estación de tren o un gran mercado y tiene un encanto extraordinario.
En este macro espacio gastronómico hay cuatro barras y cuatro restaurantes con diferente temática. En su página web (pincha aquí) podrás ver con más detalle todos los rincones del restaurante de restaurantes.
Es una pasada su decoración en la que se mezclan con muy buen gusto diferentes suelos (baldosas, madera, microcemento...) con mobiliario ecléctico y numerosos elementos decorativos como vajillas, alacenas, esculturas, lámparas, plantas, taburetes...
Nosotros queríamos tomar un aperitivo pues era temprano y nos colocamos en la barra central. Pedimos unas cañas de cerveza y un bacalao en exqueixada:
Mis devoradores hijos habían estado la noche anterior de parranda, así que se desayunaron un pincho de tortilla:
También pedimos una ensaladilla rusa:
En la barra de al lado estaba la sección de quesos:
Una auténtica maravilla, verdad?
También hay barra con ostras y champagne. La tapería con sus tapas frías y calientes y con sus arroces:
Otra zona llamada La Parada, para pararse y comer una coca, quesos, embutidos ahumados, bocadillos, fruta fresca o repostería:
Y un mostrador de helados de Sandro Desii para perder la cabeza:
También recomiendo una visita a sus espectaculares baños, cuidadísimos al detalle:
Con una salita donde acicalarse como si fueras una estrella de cine:
Un precioso lugar para parar del turisteo barcelonés. Con un montón de opciones posibles para que escojas la que más te guste.
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