Cazorla O Las Tabernas Andaluzas De Madrid


No es necesario ir a Andalucía para probar sus raciones, tapas, pescaítos o dulces. Es cierto que probar cualquier producto o plato en su localidad es mil veces mejor y sabe que ni te cuento, pero no siempre tenemos la fortuna de viajar.

La suerte de vivir en una gran ciudad como Madrid es que tienes al alcance de tu mano infinitas posibilidades para comer platos de cualquier lugar de España o del mundo.

En Madrid hay siete restaurantes Cazorla repartidos por toda la ciudad (pincha aquí para ir a su web), luego si tienes antojo andaluz, no tienes más que acercarte a uno de ellos.

En mi última visita estuve en el de la C/ Castelló, 99, en el barrio de Salamanca. Aunque te parece pequeño si entras a tomar unas cañas, tienen un enorme restaurante interior. A estos locales no vas a posturear ni te importa la decoración clásica regional. Vas a comer bien y eso te voy a contar.


Lo mejor es que te decantes por sus clásicos con los que siempre vas a acertar. Las emblemáticas frituras son ineludibles, aunque es mejor pedirlas de forma individual que la fritura surtida.

Los calamares fritos:


Los boquerones, también fritos (sólo están pasados levemente por harina de garbanzos y muy escurridos, nada grasosos):


Y las pijotas, unos pescaditos que se muerden la cola, muy célebres en Andalucía:



A mi me encanta el Bienmesabe o cazón en adobo, un pescado blanco que se adoba en cominos, ajo, aceite y pimentón y luego se fríe en dados:


Como soy una croquetera impenitente, siempre tengo que probar esta delicia crujiente en cada restaurante o taberna a la que voy. En este caso las croquetas eran de jamón serrano, estaban muy ricas de textura, con una bechamel muy cremosa, pero estaban saladas:


Para compensar los fritos pedimos un tomate aliñado con ventresca delicioso:


De postre, como éramos un grupo familiar muy numeroso (18, ni más ni menos), ólo pedimos unos Piononos de Santa Fe par cucharetear. Este riquísimo dulce granadino que es un fino bizcocho remojado en almíbar con crema y canela y cuyo nombre deriva de la figura cilíndrica de la cabeza del Papa Pío IX (Pío Nono):


En fin, muy rico todo. Sabores clásicos, sin florituras ni innovación. Para ir muchas veces.

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