Nos llamó la atención esta bicicleta heladera y la fachada con aires clásicos y, como soy una adicta a los helados sin redención, decidimos entrar a probar sus sabores.
Presumen de utilizar las mejores materias primas procedentes de todo el mundo, sus frutas son de una explotación agrícola biológica llamada mura mura en la que sólo toman ingredientes de origen natural, su leche es biológica y no utilizan aditivos o colorantes.
El resultado se nota: un helado elaborado con nata chantilly montada a la antigua con una textura suave pero compacta y unos sabores originales muy ricos.
El repertorio a elegir es enorme: 22 sabores de crema, 14 sorbetes o frutas, 6 granizados, 3 chocolates calientes y 2 sabores para gourmets.
Si, los que me conocéis habréis intuido que yo probé uno de estos últimos. Se llamaba Biscuit de Melinga o crema di Grom y era una crema pastelera de vainilla con trocitos de galleta, avellanas y chocolate de Ecuador en granitos. Una auténtica delicia. Como amante del chocolate, también probé el sabor de Chocolate fundente, chocolate negro con trocitos de chocolate.
En la fotografía podéis ver también el chocolate caliente que pidió Luis (mi marido) con trocitos de frutos secos, que le entonó el cuerpo y que estaba perfumado. Un placer!!!
Mi hijo Nacho, que es un amante de la vainilla pidió la tarrina. Con sus granitos negros de vaina de vainilla matural, muy logrado el sabor.
En fin, muy ricos todos. Una pena que no esté en Madrid para ir probando más sabores.
La dirección: en la calle que va a dar al Panteón: Rue Soufflot
Su página web es: Grom
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