¡Cuidado que nos gusta comer con las manos! Por eso los bocadillos son tan importantes en la comida rápida. Te permiten miles de combinaciones y el regusto pringoso de cada bocado es una sensación maravillosa.
Nos acercamos a probar los bocatas/perrito inusuales de Döggo, en la C/ Juan de Austria, 25, 28010 Madrid, en el distrito de Chamberí.
El ideólogo de este concepto de street food es Javier Kirschner. Tras muchos viajes por Sudamérica decidió dejar su empleo en una multinacional y se lanzó a la aventura de un restaurante de perritos sin salchicha ¿?.
El primer local abrió en 2019 y ya son dos con el hermano de Pozuelo.
Nosotros fuimos al de Chamberí y allí, en un ambiente con cuadros de "perretes" (no en vano doggo es la manera cariñosa de llamar a un perro en inglés), piano, buena música y luz tenue, nos zampamos sus propuestas.
Pedimos unas cervezas que nos sirvieron en vasos hechos con botellas "cortadas", muy chulos.
Empezamos con los Halloumi fries, unos fingers de queso chipriota halloumi rebozados en especias (9,90 €) muy ricos con salsa picosa de mermelada de chiplote:
Los Nachos Döggo con pulled pork añadido (15 €) estaban increíbles con guacamole casero incluido, pico de gallo, nata agria y jalapeños:
Pedimos el bocadillo de Gamba Cósmica (13,90 €) de gambón a la plancha con cebolla morada, crema cajún y cilantro, exquisito:
El Miss Bolas tiene cuatro albóndigas guisadas en salsa de tomate con curry, queso havarti y cebolla morada (14,90€), nuestro favorito:
El de Pollo Po´Joe está inspirado en el Po´Boy de Nueva Orleans y es contramuslo de pollo frito en marinado thai con pepinillos, lechuga, y mayo spicy (14,90€):
Y el Premio al 2º Mejor Bocata de Madrid 2025 es el Don Pancho con carne de aguja de cerdo especiada en casa, queso cheddar, guacamole, pico de gallo y maíz dulce (14,90€):
Todos llevaban de acompañamiento un montón de patatas fritas y ensalada de col casera.
Javier nos recomendó dos postres: el Browlant o mix de brownie+coulant con helado de dulce de leche (6,90€) que estaba sublime.
Y la Tarta de limón de su madre, que rea una mousse de limón con base de almíbar con galleta y fresas picadas congeladas (5,90 €), muy delicada y refrescante:
Una comida de street food fantástica, en un ambiente joven y vivo.
No podía faltar la foto del baño en mi crónica.
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