Si hablamos de moda o vestimenta, parece que todas las personas del mundo estamos cortadas por el mismo patrón.
Todas vestimos parecido, compramos en las mismas tiendas presentes en todas las ciudades del mundo o bien lo hacemos en gigantes online que nos lo llevan a casa para no desplazarnos.
Esto realmente es terrible. Cuando yo era una adolescente el hecho de comprar ropa se reducía a los cambios de temporada.
Luego aprovechábamos las fechas señaladas como los cumpleaños o la Navidad para agenciarnos de algún capricho o regalo especial.
Ahora ya no se va apenas a las tiendas. Es una pena.
Pasamos por delante de estos almacenes distintos paseando por la Gran Vía, 18, 28013 Madrid y entramos a echar un vistazo.
No había apenas gente en los diferentes departamentos. Sólo en algunos casos las dependientas o dependientes y nosotros.
Así pudimos observar con calma ropa, zapatillas, cosméticos... todos diferentes y coloridos y de marcas menos conocidas.
La planta que más me gustó fue la de Hogar y Casa, con vajillas, objetos diversos, esculturas o láminas de Madrileñer:
La parte de librería es preciosa también, con libros especiales de Assouline o ediciones cuidadas de decoración, moda y gastronomía.
Los precios son más caros que en otros lugares. Es lógico al contar con un catálogo más restringido.
Obviamente, algún objeto compramos, inevitablemente, al estar en rebajas. Ese fue el gancho.
En la planta de arriba hay un restaurante precioso en el que comer un buen menú del día y del que ya os hablé en otra entrada anterior (pincha aquí para ir al post)
También cuenta con una terraza abierta desde las 17.00 h.
Para pasearse, observar y recrearse viendo objetos curiosos y bonitos.
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