No puedo evitar probar los helados en los lugares que visito. Son para mi una debilidad.
Si no tengo muchas ganas tomo un sorbete más ligero o bien, si se tercia, pruebo los cremosos de chocolate, frutos secos, tartas...
Acabábamos de comer con vistas al mar cuando vi al lado esta heladería en la 35 Bd François Mitterrand 40130 Capbreton, Francia.
No lo dudé. A ver si había algún sabor nuevo que me encandilara.
Se trata de una casa procedente de Hossegor y fundada en 1993 con más de 60 sabores helados artesanos.
El sorbete de limón y jengibre con mandarina y cúrcuma fue el elegido al ser el más refrescante y original:
Tenía un toque refrescante muy apetecible al borde de la playa.
También pedimos una tarrina de frambuesa y pera.
Estaban deliciosos pues no eran excesivamente dulces. A 3,5 € el cucurucho o bola con un solo sabor.
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