Lleva escasamente un año abierto y es el local de moda de la zona. Situado en la C/ Pilar de Zaragoza, 45, Salamanca, 28028 Madrid es un restaurante pensado para todas las opciones.
El amplio espacio está decorado en tonos tierra con sencillez y buen gusto, con sillas descasadas, mesas pequeñas y otras comunales donde alojar grandes grupos o hacer mezclas de pequeños grupos.
Nosotras nos sentamos en una mesa redonda para dos en el interior del local.
Mirábamos la carta con unas veinte propuestas con muy buena pinta.
Pedimos una michelada y un vino blanco de Rueda que sirvieron con olivas:
Para comenzar, el día caluroso fuera nos invitaba a pedir una refrescante ensalada. La elegida fue de Tomate rosa con melocotón soasado, jugo de aceitunas y piparras y vinagreta de hierbabuena (14,80 €):
Estaba deliciosa, aunque la ración resultaba un poco escueta.
Seguimos con las Gyozas de pato con salsa ponzu y sésamo tostado, con un sabor a naranja delicioso (12,90 €).
Y el Gofre de carrillera y tzatziki (13,90 €) muy delicado:
Para culminar esta deliciosa comida compartimos una Piña colada que consistía en trozos de piña con Malibú y hierbabuena y coronado con helado de coco (7,5 €) y estaba súper refrescante.
Un lugar muy agradable y en el que se come de maravilla.
Mi consabida foto de los baños no podía faltar:
Volveremos para probar otras cosas que se nos quedaron en el tintero.
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