En la calle Apollonos, 22, Atenas, 105 56 Grecia, fuimos a comer la familia gracias a una recomendación de Nacho que vio que la puntuación en Google maps era de 4,9.
Teníamos reserva para el día 28 de febrero, pero con la huelga general en el país heleno, cerraron todos los restaurantes y comercios. Fue algo impresionante.
Los dueños, superamables, nos cambiaron la reserva para dos días después.
El restaurante tiene unos grandes ventanales a la calle en pleno centro, en Monastiraki, y una terraza exterior si quieres comer fuera.
Estaba muy tranquilo y pudimos decidir sin prisas mirando su amplia carta.
La comida es deliciosa con un toque moderno fusión mediterráneo.
Pedimos como entrantes los feta rolls con salsa de miel y sésamo:
Y se nos antojó la ensalada verde con queso de cabra, pastrami, pistacho y frutos rojos.
Cada uno pedimos un principal. Yo me decanté por el arroz negro con calamares y espárragos verdes que estaba increíble:
Los seafood linguine con salsa blanca también estaban deliciosos:
Las delicias de pollo con graviera y salsa de pimienta:
Y el cordero prensado con puré de apio y salsa de vino:
Todo estaba muy bien ejecutado. Acompañamos con vino blanco local llamado ÁGAPE:
Nos invitaron a una tarta entera por estar de celebración. Vaya detallazo:
El camarero que nos atendió fue amable y encantador. ¡Siempre hemos visto sonrisas en Atenas!
Un sitio muy destacable en Atenas, ¡os lo recomiendo!
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