Aunque el cachopo o filete enorme de ternera empanado, relleno de jamón serrano o cecina y queso asturiano, es un plato del siglo XX y los grandes chefs lo denostan, lo cierto es que es fácil de compartir y rico al gusto.
Como se inventó en Asturias, lo mejor es probarlo allí, en alguno de los muchos locales que lo sirven. Nosotros escogimos el recomendado El Antoju, en la C/ Mayor, 8, 33500 Llanes, Asturias, aunque tiene sucursal en Madrid.
El local no funciona con reserva. Te presentas (mejor temprano) y te sientas en las mesas disponibles o, en caso de estar lleno, te dan número y entras una vez que quede una mesa libre.
Allí mismo te escancian la sidra ya que es una sidrería al uso. No esperes lujos: mesas con bancas, mantel de papel y ruido en sala. Eso también forma parte del encanto.
Esta vez yo no tenía ganas de cachopo, así que, pedimos unos entrantes a mi gusto y luego los tres Lorenzos se zamparon un cachopo XXL de jamón serrano y queso (32,5 €) entre todos.
Mi recomendación es que no pidáis entrantes si vais a pedir un cachopo para dos personas.
Las zamburiñas a la plancha (21,50 €) era inexcusable petición:
Una ración de croquetas mixtas (13,50 €) siempre es bienvenida:
Y me encantan los Chipirones a la plancha al borde del mar. Una ración gigante de seis piezas (16 €):
Luego ellos se atrevieron con el cachopo, de tamaño brazo:
No teníamos intención de tomar postre con semejante comida, pero había frixuelos rellenos de arroz con leche (6 €) y sucumbimos:
Con pan, sidras y cervezas tocamos a 27 € por persona. Encima, Álvaro nos invitó por su cumpleaños. Nada mal para una comida pantagruélica.
¡Gracias hijo!
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