Esta cafetería está ligada a mi memoria infantil. Recuerdo los paseos por los bulevares (llamados así antiguamente porque existía un bulevar que iba desde Colón hasta Princesa aunque yo no lo conocí) y esa cafetería con aires setenteros con ventanales enormes y letras naranjas donde servían cafés y meriendas con tortitas.
Cuando cerró la cafetería situada en la Plaza de Santa Bárbara, 4, 28004 Madrid, el grupo Cañadío abrió un nuevo gran Café con sus clásicos.
Con un amplio horario, de 8:00 a 24:00 h de lunes a jueves y de 9:00 a 1:00 viernes, sábado y domingo, puedes acercarte a probar su tortilla en cualquier momento del día.
El interiorismo es elegante y acogedor. Si bajas a los baños puedes ver los rescatados letreros de la antigua cafetería Santander de color naranja.
Sólo he ido allí a probar la tortilla. Nunca he comido o cenado. En la carta puedes encontrar sus clásicos de otros grandes restaurantes del grupo como las rabas, la merluza, las croquetas... y un plato muy apetecible llamado "Parada en Landa" con los huevos fritos con morcilla del emblemático restaurante de Burgos.
La tarta de queso también es de las top de España y tienen un postre muy pintón de fresas con chocolate blanco.
Sólo tengo que añadir un fallo importante en el restaurante: la atención.
Las dos veces que he ido el trato no ha sido el mejor posible. Te miran con desdén si no tienes reserva y sólo quieres comer su tortilla y tardan muchísimo en servirte y traer la cuenta. No traen aperitivo con la bebida mientras esperas al pincho de tortilla, que sólo tienen que cortar y emplatar. Tuvimos que pedirlo nosotros al ver que en las otras mesas contiguas lo tenían. Un punto mejorable, señores.
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