Lleva escasamente unos meses abierto y ya se ha convertido en un sitio "para ir" del barrio madrileño de Salesas.
Situado en la C/ Santa Teresa, 12, 28004 Madrid, llama la atención tanto por fuera como por dentro.
Es un local muy bien reformado. Predominan los tonos pastel en rosa empolvado, con pared de papel pintado de flores, sofá corrido en la pared tapizado de terciopelo rosa y sillas altas tapizadas en el salón de entrada con dos barras.
En el interior hay otro salón con mesas más bajas y con más intimidad.
Nosotras nos sentamos en el primer salón y quisimos comer de picoteo.
Nos sirvieron vino blanco de Albariño por copas (3,80 € /copa) y lo acompañaron por unos nachos con guacamole casero muy rico:
Luego vino la Ensaladilla Rusa de Salmón (11,50 €) con atún seco, muy rica con sus trozos de patata, guisantes, zanahoria y aceitunas negras:
Como el restaurante tiene comida fusión con platos mex, pedimos unos Tacos de Merluza frita (10 €) que nos sirvieron con un montón de salsas con distinto picante para acompañar. Estaban muy sabrosos:
Siempre nos gusta pedir las croquetas de los sitios a los que vamos para hacer nuestro ranking particular. Esta vez las probamos en forma de media ración (6 €) que contenía cuatro croquetas, dos de Boletus y dos de Jamón. Mucho más ricas las de jamón, muy cremosas y lácteas con sabor intenso:
Terminamos los salados con un plato de Boquerones fritos (11 €) con un tamaño pequeño y una buena fritura, acompañados de mayo kimchi:
La tarta de queso (8 €) es otro de los postres que no faltan en nuestra comanda, aunque en las mesas de al lado pidieron tiramisú que tenía muy buena pinta.
Servicio amable, pero lento. Tardaron mucho en servir pese a que el restaurante tenía sólo unas mesas ocupadas. Quizás haya que darles una oportunidad para que vayan cogiendo ritmo.
El precio: ajustado. Salimos a unos 27 € por persona, que en Madrid no está nada mal.
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