Oporto es una ciudad que enamora. Es ideal para una escapada romántica y, como eso fue lo que hicimos, completamos nuestra estancia con la comida en este restaurante elegante situado en la Foz do Douro.
Fuimos en un taxi hasta la Rúa do Padrao, 100, 4150-557 Porto y pudimos comer en este restaurante recomendado por la Guía Michelin ® y que está de moda desde hace tiempo en Oporto.
La fachada de azulejos te da la bienvenida a un espacio tranquilo, decorado con gusto sin estar recargado y con las mesas suficientemente separada como para comer cómodamente sin tener que escuchar las conversaciones de la mesa de al lado.
El restaurante de Vasco Mourao lleva abierto desde 1995 y es un referente de la cocina portuaria por su fusión porto-francesa.
El servicio fue lento, pero lo cierto es que no teníamos ninguna prisa, así que, nos relajamos y disfrutamos.
Nos trajeron la carta con un entrante de bienvenida de dos tipos de mantequilla (salada y de cabra) y un paté de ave:
Empeamos con la Ensaladilla rusa con gambas del Algarve, muy rica para compartir:
Yo pedí el plato estrella de la casa, el Solomillo Wellington de solomillo, emplatado de forma individual. Rico, pero quizás un poco pasado de punto y un pelín seco (falto de setas o champiñones y foie entre el hojaldre y la carne). En cualquier caso, agradable de comer:
La otra comanda fue el pescado del día, en este caso un rodaballo salvaje, con puré de legumbres.
Acompañamos con arroz salvaje y patatas fritas:
Maridamos con vinos de la zona, un Douro rosado al principio, por copas, de la DOP Madeira:
Y luego un tinto y un blanco para los principales:
De postre compartimos una Tarta Tatin de manzana con toffe y crema fresca:
Todo exquisito y la relación calidad/precio estupenda.
Una fabulosa celebración de treinta años de matrimonio. Muy recomendable.
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