Muchos dicen que lo único que le falta a Madrid es el mar. Realmente, lo más parecido que tenemos al mar es acercarnos a un sitio donde nos ofrezcan platos marineros y, por un instante, podernos trasladar a una playa a comer.
En Salamar, en la C/ Cartagena, 103, 28002 Madrid, cerquita de la Avda de América, puedes trasladarte un momento al mar.
El otro día, tuvimos que comer un poco tarde y al pasar por allí delante nos decidimos a picar algo en el restaurante.
Hace no mucho se remodeló y ahora, en un local no muy grande con una buena barra tabernaria, puedes sentarte a probar sus arroces y platos marineros.
Esta vez sólo pedimos unas Croquetas de marisco que nos ofrecieron con salsa marinera aparte. Estaban ricas, aunque el sabor casi se lo daba más la salsa que el relleno que pasaba desapercibido:
La ensalada de tomate rosa con ventresca y pimientos te ayuda a afrontar el calor. Muy generosa en cantidad y con el detalle de los tomates pelados:
Terminamos lo salado con unos chipirones fritos deliciosos. Nada grasosos, con fina capa de harina y muy frescos. Es la foto que ilustra la entrada.
De postre nos ofrecieron Filloas y no nos pudimos resistir. Te ponen dos unidades: de crema y de compota de manzana. Mejor la primera.
También tienen tarta de queso y flan de café.
Cafés y chupito final de deferencia, como en los lugares clásicos, pusieron el broche final a una muy rica comida de picoteo tardío veraniego.
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