Los que somos croqueteros/as irredentos no hacemos más que sucumbir en la tentación una y otra vez.
Vi que había un bar de tapas especializado en croquetas cerca de mi casa y no lo pensé dos veces: ¡hay que ir a probarlas!
Se encuentra en la C/ Esteban Collantes, 31, 28017 Madrid y tiene una hermosísima terraza para el buen tiempo.
Al ir en invierno estuvimos dentro, en un local acogedor y luminoso, pero no muy grande.
Íbamos a lo que íbamos: a comer croquetas y con tanta variedad cuesta elegir.
Hay veces en que la mezcla en las croquetas no conduce al éxito, es mejor decantarse por los clásicos, pero aquí las de jamón serrano no existen.
Vienen en raciones de seis unidades a 7,90 €, lo cual es un precio ajustado.
Pedimos dos raciones para tres personas: de huevos fritos con chistorra, de rabo de toro al vino tinto:
Y las de sepia con su tinta y las de langostino con trufa (éstas últimas las mejores):
También probamos los Torreznos de Soria (9 €) muy ricos y bien fritos pero un poco subidos de precio, a mi parecer.
¿Veredicto? Las croquetas tienen un buen tamaño y están crujientes y nada grasosas, luego la prueba visual la pasan muy bien.
La bechamel está cremosa, pero su sabor no es muy lácteo. Quizás la "roux" está hecha con mezcla de caldo y leche y no predomina la bechamel.
Las de sepia y langostino nos parecieron mejores, con más sabor y "tropezones". La de rabo de toro estaba un poco sosa.
La atención magnífica y el precio está bien, así que, se puede regresar a "croquetear" aunque no sean extraordinarias. Con unas cervezas cenamos de maravilla.
Comentarios
Publicar un comentario