Abierto en 2014 de la mano del támdem y pareja Sandro Silva y Marta Seco (que ya conocían el sabor del éxito de El paraguas y Ten con Ten) este singular espacio en la C/ Jorge Juan, 17, Madrid, es una delicia para los sentidos.
La idea de una tienda de barrio -un poco delicatessen, claro- en cuyo interior pudieras desayunar, comer, merendar, cenar o comprar (su horario non-stop de 9:00 a 1:00 lo permite) es una genialidad de sus dueños.
El interiorismo es de 10!! Una decoración tradicional, pero con tinte rústico-chic, que recrea tu vista y a la vez relaja con sus luces suaves e indirectas.
Tiene tres plantas con ambientes muy definidos. Las paredes con ladrillo visto, las maderas naturales sin tratar y los taburetes o sillas con tapizados estilosos son señas de identidad del restaurante.
Para desayunar pedimos un café con leche, zumo de naranja natural y tostada de pan de centeno con tomate:
Me encantan las tazas y platos descasados!!
También pedimos un croissant mixto con huevo:
Y yo no podía irme sin probar su croissant francés (2,75 euros):
Un desayuno de fábula por un poco menos de 10 euros por persona. Resulta un poco caro, pero el entorno y el trato lo merecen.
Hasta los baños son ideales!!
Otro día iremos a comer o cenar para probar sus delicias saladas...
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