Si vives en Madrid o vienes de visita a la capital no puedes perderte un paseo por este maravilloso jardín artístico del siglo XVIII que pertenece a la residencia de verano de los duques de Osuna.
Se encuentra apartado del centro, es decir, hay que ir a propósito hasta la Alameda de Osuna, en las afueras de Madrid y cerca del aeropuerto de Madrid-Barajas y además sólo abre los fines de semana y días festivos.
La duquesa María de la Soledad Alfonso Pimentel, duquesa y marquesa de Benavente, no era una mujer caprichosa sino una ilustrada, musa de Goya, con un gusto exquisito y protectora de artistas, intelectuales...
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| Exedra |
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| Columna del desafío o Los enfrentados |
Se pueden hacer visitas guiadas o bien hacer el paseo intuitivo por las diferentes zonas del parque. Se comienza tras traspasar la entrada atravesando el jardín francés.
En 1785 comenzaron las obras y los duques lo concibieron como una casa-palacio residencial con varios "caprichos" para su divertimento y el de sus invitados, muy al uso de las costumbres de la aristocracia ilustrada del siglo XVIII.
En la plaza de los emperadores, con bustos de éstos, se encuentra la Exedra (una exedra es una construcción descubierta semicircular con asientos y respaldos en la parte interior de la curva) y a la derecha se puede observar el Laberinto con sus setos de boj. Si seguimos caminando llegaremos hasta la fachada del palacete neoclásico.
En El Capricho se han rodado escenas de películas y series como Doctor Zhivago y El ministerio del tiempo.
Se puede ver la fuente de los delfines delante de la fachada y a a izquierda del palacio subir hasta el jardín Inglés:
Nos encontraremos de frente el Templete de Baco:
Y El abejero que se erige como un símbolo de la laboriosidad. Estaba llenito de lavanda:
Seguimos caminando y nos encontramos con el Fortín, una construcción de ladrillo con forma de estrella:
Desde allí llagamos al Embarcadero y a la Casa de Cañas, construido en estilo chinesco, muy de moda en la época y en el que se navegaba en falúa por su ría. También tiene un trampantojo:
Está recién reconstruida con materiales similares a los utilizados en la época.
Como fuimos temprano, el ambiente era muy fresco y estaban las plantes recién regadas. Mirad qué macizos de hortensias tan hermosos:
Si seguimos avanzando por el jardín inglés se llega al Templete del Baile o el Casino del Baile, al que se podía acceder en barca o falúa. Dicen que allí la duquesa organizaba partidas de cartas, a las que era muy aficionada.
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| Casino del Baile |
También está la Casa del ermitaño, donde según cuenta la leyenda, la duquesa pagó a un hombre para que se dejara crecer el pelo y las uñas y viviera en esa casa.
Y la casa de la Vieja con su huerto, en representación del mundo rural y representación teatral del mundo campestre (al estilo del hameau de María Antonieta en Versalles).
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| Casa de la Vieja |
Este recorrido es opcional. Yo recomiendo entrar en El Capricho y dejarse llevar, abandonarse, perderse e ir descubriendo y sorprendiéndonos con los diferentes rincones.
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| Entrada al jardín |
Para visitarlo muchas, muchas veces....
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