La Bola O La Taberna Castiza Del Cocido Desde 1870


Este emblemático plato de la cocina madrileña consta de carnes diversas cocidas con garbanzos y  verduras durante un tiempo prolongado. Es un plato de invierno y que, antaño, era el alimento de las clases más desfavorecidas.

Su origen se remonta al siglo de Oro español (desde el s. XV con el descubrimiento de América hasta finales del s. XVI) con su precursora Olla podrida manchega, aunque no se le dio el calificativo de "madrileño" hasta el siglo XVII. En el siglo XIX, con la apertura de los nuevos restaurantes a los que acudía la emergente burguesía y los cortesanos, se populariza este humilde plato.

No os voy a contar la historia del restaurante, que creó en 1870 la asturiana Cándida Santos, pues la tenéis en su web (pincha aquí) junto con otras curiosidades, vídeos y la receta original de la casa.



Yo desde luego, recuerdo de niña ir con mi familia y degustar el maravilloso cocido servido en su olla de barro individual y cocinado a fuego lento en fuego de encina. Y acabar con sus buñuelos de manzana.


Me encanta que en los restaurantes pongan mantequilla con el pan cuando te traen la carta. Me transporta inmediatamente a la niñez y anticipa un buen menú. 

Pedimos unas croquetas de cocido de entrante, pues somos unos adictos croqueteros y vamos buscando siempre esta delicia crujiente y cremosa (14 euros la ración con patatas paja):


Luego pedimos el cocido, servido en dos vuelcos o servicios: el de la sopa (primero te sirven los fideos cocidos en agua y chorizo) con el caldo de cocido rojo:


Acompañan el caldo con piparras y una salsa de tomate para servir con los garbanzos.


Me gusta muchísimo el repollo del cocido, bien rehogado con ajos fritos. Te sirven la  cantidad que quieras. Pese al nombre del restaurante (por la calle en la que se ubica), el cocido no lleva la famosa "bola" o fanfarria hecha con huevos, tocino, chorizo y carnes, con forma redonda y que se añade al caldo del cocido.

Mi hijo Nacho es tan particular que no quiso cocido y pidió pisto manchego y una peculiar y contundente tortilla de cocido:

Muy rico y con todo el sabor de la cocina tradicional. Las raciones son muy grandes, así que se puede compartir sin problema.

Para terminar la comida pedimos un sorbete de limón al cava (qué viejuno, pero qué refrescante después del contundente cocido!!!) y los consabidos buñuelos de manzana con helado de vainilla y de straciatella:

Una agradable comida en un restaurante repleto con dos turnos de cocina (nosotros fuimos al de las 13:30)


El precio de cada cocido son 21,50 euros, la tortilla de cocido 9,5 euros y los postres a 6,5 euros. 

¡¡Muy recomendable si quieres una experiencia castiza!!



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