Etxeko O El Desembarco De Martín Berasategui En Madrid (Cerrado Permanentemente)


En el recién remodelado Gran Hotel Velázquez, ahora Hotel Bless Madrid, se ha instalado el decaestrellado Michelín Martín Berasategui.

Me parece una brillante idea que los hoteles de lujo apuesten en sus espacios por los grandes chefs en un formato más accesible para el gran público. Así podemos los aficionados a la gastronomía (de vez en cuando) probar las propuestas de los grandes cocineros patrios.

Por un ticket medio de 60-70 euros puedes permitirte una comida de altura con una carta con sus raíces vascas pero adaptada a unos paladares más viajeros y cosmopolitas.

El restaurante, con acceso desde el lobby del hotel, al fondo de la planta baja, está exquisitamente decorado por Lázaro Rosa Violán, combinando maderas, mosaicos de suelo, sillones de terciopelo y luces tenues.


La carta, que no incluye de momento menú degustación está dividida en varios apartados, con precios desde 17 hasta 45 euros por plato:
  • Entrantes fríos
  • Entrantes calientes
  • Las brasas de Martín
  • Pescados
  • Carnes
  • Postres

Como éramos dos parejas, compartimos platos para así probar más cosas. El aperitivo era un buñuelo de brandada de bacalao:


Nada más servir el aperitivo nos ptesentaron el pan recién horneado. Eran unas mini-focaccias que mojamos en AOVE:



Comenzamos por los entrantes calientes. El canelón de rabo de toro de lidia con puré de patata y salsa bordelesa de tempranillo:


Lo más exquisito de la noche, los Tagliatelle melosos de calamar con camarones y cremoso de patata:


El también absolutamente delicado y en su punto justo Arroz con pichón en llauna:


La merluza albardada en tocineta con falso risotto de hinojo al curry:


Las manitas de cerdo ibérico rellenas de cebolleta trufada con puré de grelos (un clásico de la casa):



Y fuera de carta había un pitxín o rape al limón que también probamos:


Rematamos el festín con la clásica torrija tibia de pan brioche caramelizada con crema compotada de manzana y helado de leche. Muy rica, aunque en mi casa nos gustan las torrijas más dulces, al gusto de mi madre Concha:


El vino elegido para la cena fue uno de la zona, de Madrid, de un terruño cercano a Aranjuez, un tetravarietal llamado El regajal que nos recomendó la encantadora somellier Cristina de la Calle:


Como punto y final nos sirvieron unas mignardises exquisitas:



Una pasada de cena!!!!


Ah! No podían faltar mis consabidas fotos de feet & floor... Claro, con unos suelos tan bonitos!



Lamentablemente, al pasar el otro día delante del hotel Bless, me sorprendió ver que el restaurante de Martín Berasategui había cerrado. Una lástima. (Actualización otoño 2021).

Comentarios