Una madre es siempre fuente de inspiración. Ellas están ligadas a nuestra memoria olfativa (que es muy persistente y nos retrocede a nuestra infancia) por medio de las deliciosas comidas que nos preparaban a los hijos.
Ese es el espíritu de Mamá Chicó, nombre que le daban a la madre, Rafaela Susana Fasanella. Aprovechando el buen hacer de su padre, maestro panadero en Galicia, elaboran unas masas de pizza de categoría con harina negra.
Con cinco locales en Galicia y el buen rodaje de éstos, aterrizaron en Madrid y se han ganado nuestra admiración por su cocina fresca y honesta. Está ubicado en la C/ Recoletos, 10, muy cerquita de la Puerta de Alcalá.
Comenzamos con unos trozos de focaccia para abrir boca y darle a los entrantes. Como veis, también hay de masa negra:
Para compartir pedimos unas Zamburiñas a la plancha con huevos rotos, patata gallega y aceite de trufa:
No pudimos resistirnos a las Croquetas de centollo con ali-oli de pera con jengibre:
Y luego ya vinieron los platos principales. Probamos de todo: Rissotto de boletus y trufa con galleta de queso parmesano
El raviolón de burrata y trufa blanca con salsa de foie y cebolla caramelizada:
Los papardelle con ragú de jabalí y queso parmesano:
Los fetucinni nero con berberechos, pesto y parmesano:
Y, cómo no, una pizza negra con boletus, ricota y lascas de parmesano con rúcola:
Todo nos gustó. Muy original la masa negra y muy rica la pasta fresca, hecho todo en su obrador. a la vista.
El precio? Ibamos con un descuento del tenedor del 30% y creo que salimos a unos 25 euros por persona, con cervezas, agua y una copa de vino.
Muy recomendable.
Con cinco locales en Galicia y el buen rodaje de éstos, aterrizaron en Madrid y se han ganado nuestra admiración por su cocina fresca y honesta. Está ubicado en la C/ Recoletos, 10, muy cerquita de la Puerta de Alcalá.
Comenzamos con unos trozos de focaccia para abrir boca y darle a los entrantes. Como veis, también hay de masa negra:
Para compartir pedimos unas Zamburiñas a la plancha con huevos rotos, patata gallega y aceite de trufa:
No pudimos resistirnos a las Croquetas de centollo con ali-oli de pera con jengibre:
Y luego ya vinieron los platos principales. Probamos de todo: Rissotto de boletus y trufa con galleta de queso parmesano
El raviolón de burrata y trufa blanca con salsa de foie y cebolla caramelizada:
Los papardelle con ragú de jabalí y queso parmesano:
Los fetucinni nero con berberechos, pesto y parmesano:
Y, cómo no, una pizza negra con boletus, ricota y lascas de parmesano con rúcola:
Mirad qué pintaza:
De postre sólo pedimos la cheese cake para cucharetear:
El precio? Ibamos con un descuento del tenedor del 30% y creo que salimos a unos 25 euros por persona, con cervezas, agua y una copa de vino.
Muy recomendable.
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