A principios de noviembre abrió el primer restaurante de esta cadena en España, en la madrileña C/ Gran Vía, 44 (enfrente de la plaza de Callao).
El restaurante es mundialmente famoso porque el presidente Obama es uno de sus clientes habituales y eso publicita más que cualquier anuncio con celebrity.
Hemos querido acudir antes de las fiestas navideñas y, aprovechando que el día 1 de diciembre cortaban la Gran Vía, nos acercamos allí con miedo a tener que guardar las largas colas que se han formado ante el local.
La cadena se abrió en Virginia (USA) a finales de los años 80 y se llama así por los cinco hermanos que llevan el negocio. Ahora ya tiene más de 1500 restaurantes en todo el mundo.
Es una cadena de comida rápida, pero con los ingredientes más seleccionados, la carne más sana, las patatas cortadas a mano y fritas en aceite de cacahuete y todos los toppings gratis a partir de una hamburguesa base.
También tienen perritos calientes y sandwiches y batidos con "tropezones" y nata montada a añadir.
La cocina está a la vista y mientras esperas a que te entreguen tu bolsa de papel marrón puedes observar todo... y comer cacahuetes de forma gratuita.
En fin, nos gustaron mucho las hamburguesas, con pepinillos agridulces (relish), champiñones, cebolla a la plancha... que te zampas con gusto.
Las patatas fritas las pedimos al estilo Cajún, con especias picantillas y muy ricas.
Tendremos que volver para probar los sandwiches y yo me muero por sus batidos. Os seguiré contando...
PD: Pues regresé a probar los batidos y no me defraudaron. Una bomba calórica de vainilla a la que se le pueden añadir 11 tipos de sabores o siropes a tu gusto. Todo ello al precio único de 5,95 euros y con la novedad de poder añadir un topping de bacon crujiente (??? yo no me atreví)
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